El cartel del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC)surgido para la década de los setenta, se utilizó como un medio para transformar el imaginario de un país. El
cual renovó su cultura, tradición e identidad,la memoria cultural que se fundamento por medio del concepto y el diseño,
mostrando una visualidad gráfica nueva y acercando al espectador a comunicarse
con el ARTE, el cual rompió los parámetros políticos de promovía la revolución
comunista y se expandió más allá de ser un cartel, como lo expuso Susan Sontag:
“constituye el advenimiento de una nueva obra de arte, en vez de un anuncio
cultural” (1970). Creando un patrimonio cultural y artístico para cuba y Latinoamerica.